Sniff. No es la primera vez que nos pasa, pero jode un poco, irte hasta allí y no encontrar el dichoso mini trasto. Los cachés de ciudad, que suelen ser Microcachés o Nanocachés, cada cuál más canijo, y son sorprendentes, la verdad; suelen consistir en pequeños recipientes con una ristra de papel para firmar tu estancia en el lugar y poco más. Algunos son difíciles de encontrar, por peques, pero es que el del otro día...
El domingo nos pusimos en marcha después de comer, y la primera parada fue Serranillos del Valle, un pueblecito de la Comunidad de Madrid, colindante con Carranque y Griñón. Es un pueblo en apariencia tranquilo, con muchos pekes y gente joven (de nuestra edad más menos, y sí todavía somos jóvenes). No es muy grande, pero es agradable.
El primer caché titulado "El chiquitín" está en las afueras del pueblo, cerca del recinto ferial y la residencia de mayores. Después de un ratito entre fotos de bichos rarillos y un par de vueltas lo encontramos. Pequeñín es desde luego, sólo cabía una lista en la que costaba escribir.
Andando nos adentramos un poco en el pueblo, y es evidente que es la hora de la siesta porque hay 4 gatos mal contados, en busca de algo llamado:
Serranillos del Valle
A cache by los moteros 7
Que por el nombre no parece gran cosa, pero la madre que lo parió, venga que te busca, venga que te busca, al final I didn´t find t!! Que ya después de un rato me empecé a poner nerviosa porque cada vez pasaban más Muggles (sí, vale, eso os lo cuento en otro post), y me empecé a aburrir, así que le hice ochocientas fotos a un saltamontes que tomaba el sol por allí, y cuando ya nos cercioramos (joder, qué difícil es escribir un blog disimulando para que no te pillen) que no íbamos a encontrarlo en ese momento, seguimos de mini ruta por el pueblo y a buscar el siguiente caché... en Griñón.